20 alimentos antienvejecimiento

martes, 25 de marzo de 2008

ALIMENTOS FUNCIONALES:

PROPUESTA DE DEFINICIÓN

Por: Lic. Sandra Farre Schneider

  1. Origen del concepto Alimento Funcional

Los alimentos funcionales aún no tienen una definición internacionalmente aceptada.


El término Functional Food surgió en Japón por primera vez en la década de los años ’80, cuando se iniciaron una serie de investigaciones enfocadas en conocer otras funciones de los alimentos, además de la principal función nutritiva. Como consecuencia del interés surgido por esa nueva ciencia, fue en 1987 que los alimentos funcionales tuvieron reconocimiento legal por el Ministerio de Salud y Bienestar de Japón. Ese mismo año, el mercado nacional se llenó de alimentos funcionales, lo que impulsó el nacimiento, en 1988, de “Kinousei Shokuhin Konwakai” (grupo que discute sobre los alimentos funcionales). Este grupo tenía el objetivo de decidir qué alimentos realmente podían clasificarse como funcionales. Fue entonces cuando se empezó a regular especialmente la información contenida en las etiquetas de los alimentos. En 1989 se publicó un informe sobre los alimentos funcionales que se convirtió en la base del presente “Tokuho” o “Food for Specified Health Use”, más conocido como FOSHU (1991). Este reglamento, aún hoy vigente, regula la comercialización y etiquetado de algunos alimentos de consumo común en Japón que contienen componentes nutricionales con una función favorable y concreta en la fisiología del organismo humano, que va más lejos de su contenido nutricional.


En Europa el primer documento oficial que define los alimentos funcionales fue elaborada en 1999 por el grupo de científicos “Internacional Life Sciences Institute” (ILSI):

Un alimento funcional es aquel que contiene un componente, nutriente o no nutriente, con efecto selectivo sobre una o varias funciones del organismo, con un efecto añadido por encima de su valor nutricional y cuyos efectos positivos justifican que pueda reivindicarse su carácter funcional o incluso saludable.

Otras definiciones hechas por las organizaciones más importantes son las siguientes:


  • The Internacional Food Information Council” (IFIC)

Los alimentos funcionales son alimentos o componentes nutricionales que aportan beneficios para la salud más allá de los obtenidos con la nutrición básica.


  • The Institute of Medicine of the National Academy of Science” (IOM)

Los alimentos funcionales son aquellos que han sufrido una manipulación o modificación de uno o más de sus ingredientes con la finalidad de mejorar su contribución a una dieta saludable.


  • American Dietetic Association” (ADA)

Los alimentos funcionales son aquellos que proporcionan beneficios para la salud más allá de los conseguidos con la alimentación/nutrición tradicional; incluyendo a alimentos enteros, fortificados, enriquecidos o mejorados los cuales tienen un potencial efecto beneficioso sobre la salud cuando son consumidos como parte de una dieta variada, en forma regular y en niveles apropiados.

Como se puede apreciar, hay expertos que opinan que el alimento ya puede considerarse funcional si cumple un papel beneficioso para la salud naturalmente, otros expertos creen que el alimento funcional solo es aquel que es enriquecido/fortificado/suplementado con algún nutriente y adquiere, solo así, un papel beneficioso para la salud. En este último caso se cree que, además de su valor nutritivo, tiene un efecto preventivo o protector, disminuyendo el riesgo de padecer determinadas enfermedades.

  1. Propuesta personal de definición del Alimento Funcional

Personalmente, describo el alimento funcional como aquel alimento natural que, por porción de consumo habitual, permite al consumidor alcanzar una salud óptima y prevenir así el riesgo de padecer una/s determinada/s enfermedades, siempre y cuando éste tenga una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable.


Ahora bien, el alimento funcional natural debe diferenciarse del alimento funcional enriquecido/fortificado, que es aquel alimento funcional natural que ha sido enriquecido solamente con uno/s nutriente/s de calidad y elevada biodisponibilidad, en una concentración adecuada por porción de consumo habitual, que permita al consumidor alcanzar una salud óptima y prevenir así el riesgo de padecer una/s determinada/s enfermedades, siempre y cuando este tenga una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable.


Dentro de la alimentación funcional me gusta hablar del alimento funcional auténtico, que sería aquel que, además de cumplir con las características de un alimento funcional, no contiene preservates, endulzantes artificiales, saborizantes artificiales, colorantes artificiales y ningún aditivo químico. Con esta sentencia quiero dejar claro que no tan solo es importante valorar los nutrientes del alimento en si que le dan un beneficio a nuestra salud, sino también evaluar los ingredientes y aditivos que pueden perjudicarla (sea en un periodo de tiempo corto o con el paso de los años).

Es importante que el Nutricionista del hoy se especialice adecuadamente en el interesante campo de la Alimentación Funcional, área en auge a nivel internacional que va a ser clave en la salud de los pacientes del mañana.


Sandra Farre Schneider

9/03/08

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